Creo que muchas veces asociamos a los niños pequeños con el color. Hay color en sus juguetes, en su ropa, en su habitación…

La alegría y la belleza de unas imágenes a todo color es indiscutible, pero el blanco y negro es otra cosa. Sin colores, todo lo demás se magnifica. Vemos con detalle las texturas, el volumen. Podemos sentir la profundidad de la mirada como si hubiésemos capturado el alma.

La fotografia en blanco y negro no es simplemente una foto a la que se le ha quitado el color. Debo pensar en ella en blanco y negro desde el planteamiento de la toma y la iluminación. Algunos tipos de luz, y sólo algunos, pueden devolverme un precioso blanco y negro. Por eso las fotografias de estudio resultan más fáciles de plantear, un lugar en el que controlo la luz.

Aunque eso no implica que deje de buscar bonitas fotos en blanco y negro en mis sesiones de exteriores con niños.

Te gusta la fotografia en blanco y negro? Si es así  hay algo que compartimos 🙂

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